Hola de
nuevo.
Volvió el
martes fantástico, y para esta ocasión quiero compartirles una pequeña anécdota
que me paso hace unos meses.
Me
encontraba en la feria del libro del palacio de minería (si no sabes a que me
refiero, te invitó a conocer más aquí), lista para entrar a una de las pláticas
que más estaba esperando oír. Había un ciclo de conferencias en honor a H.P.
Lovecraft, y me encontraba esperando en la fila cuando uno de los chicos que
pertenece al evento del lugar, se acercó a decirnos que aún no podíamos
formarnos.
Todavía
faltaban 40 minutos para el evento, y era hasta los 20 que uno por fin podía
tomar lugar en la fila.
Como
supondrán, mi acompañante y yo tuvimos que irnos y matar el tiempo en otras
cosas, mientras pasábamos. Claro que no contábamos con el hecho de que, cuando
dieron los 20 minutos, una fila inmensa se había formado frente a la puerta.
Fila que en definitiva se había hecho desde hacía más tiempo.
Se habían
acabado las fichas para poder entrar al evento, y como es mi costumbre, no
podía quedarme callada. ¿Cómo es que esa gente nos había ganado el lugar, si se
suponía que había que formarse hasta después? ¿Qué no siguieron las indicaciones del
encargado?
Reglas. Sin
ciertos códigos de conducta nos volveríamos un grupo de salvajes luchando por
sobrevivir, a costa del vecino de al lado.
Con este punto
bien establecido, les preguntó, ¿De qué sirven las reglas?
¿Son para
seguir al pie de la letra o nada más se usan como una guía?
Bueno, en el
caso de mi asistencia a la conferencia. Siento decir que por mucho que me queje
y hable con los encargados, ni mi acompañante ni yo pudimos entrar. Ya no había
asientos y tampoco dejaban estar de pie; aunque valió la pena porque al final
nos permitieron pasar a otro evento, como compensación por lo ocurrido.
En el caso
del Worldbuilding de tu obra, es lo mismo. A veces tienes que ser firme con tus
reglas y, en otras ocasiones puedes tomarlas como algo maleable, e incluso
puedes quebrar una que otra.
Y para que
veas que no soy mala, te voy a decir en qué casos necesitas apegarte a las
leyes del juego, sobre todo en la fantasía épica.
1.- Mitos modo on.
![]() |
| Poseidón también puede ser épico si se lo propone |
Sí, sí. Yo sé
que no a todos les gusta estar metiendo tanto rollo dentro de sus historias,
sin embargo, el asunto que yo veo es el siguiente: ¿cómo vas a hablar de
fantasía épica sin introducir tu mundo al lector?
Estamos
hablando de un tema importante, ya que antes y durante la trama, es posible que
hagas uso de esos datos para poder explicar el conflicto en tu mundo.
O que,
¿Hubiera sido creíble la historia de Tolkien, si no hubiera escrito
como se formó el anillo único? ¿Y qué hay de Potter con aquellas referencias al
mago oscuro que vivió antes de Voldemort? Recuerda que si se está hablando de
fantasía épica, es casi una orden el agregar parte de la historia anterior a
donde se desarrolla la acción, por lo menos para que el lector sepa el porqué
de ciertas cuestiones.
2.- Árbol genealógico de la familia regente (o su similar).
¿Qué rayos?
¿También hay que poner eso? Como dije arriba, puede ser un árbol genealógico en
regla, O su similar. ¿Y a que me refiero con eso último? Fácil. No necesitas
meter páginas y páginas sobre quienes reinan tu mundo, con que menciones
algunos nombres, junto con sus habilidades y cierta información relevante, es
más que suficiente.
Claro que
algunos podrían querer algo más formal, así que por eso dije lo del árbol.
Nada más acuérdate
de que no se te olvide este punto, sobre todo si el sistema político de tu
mundo se basa en una cabeza reinante.
3.- La magia no se hace sola.
![]() |
¿Esa isla
flota sola? Si, como no
|
Llegamos a
un tema peliagudo del Worldbuilding, sobre todo si estas escribiendo un mundo
donde los poderes, dones naturales y cualquier tipo de arte mágico que se la
parezca, está presente.
Para este
punto, yo solo sigo una regla que, aunque a varios les parezca poco, a mí me ha
servido de maravillas.
¡La magia no
se hace sola! ¡Nunca!
Siempre hay
un porque de ella, además de que debe de seguir su propio código para
distinguirse de otros estilos de ofensiva, defensiva, o como la quieras usar.
Nunca, y te lo repito, nunca coloques magia en un mundo, sin antes saber cómo
es que funciona.
Y hablando
de magia. Órale. Ya se me ocurrió un nuevo descargable para la página.
Espero que
esta primera parte de reglas del Worldbuilding les sea de ayuda para sus
novelas de fantasía, y antes de irme, ¡preguntas a mí!
¿Ya has
creado un trasfondo histórico a tu trama? ¿Quieres contar como te fue? ¿Y qué
hay de los aspectos mágicos? ¿Crees que son necesarios (u obligatorios), para
que una historia de este género funcione?
Si les gustó
la entrada o desean seguir la serie de consejos sobre world building, son
bienvenidos a seguir la página. También
me ayudaría mucho que compartieran y comentaran por redes sociales. Claro que si
lo prefieren, pueden dejar un mensaje en la caja de abajo.
Nos leemos
después.











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