El camino ha sido largo, pero por
fin hemos llegado a la última parte de esta serie dedicada al worldbuilding.
Y terminamos. No saben la de cosas que aprendí mientras
hacía esta serie dedicada a la creación de mundos fantásticos. Fue increíble
todo lo que vi y en definitiva me llevó muchos tips a mi pocket. Por supuesto,
esto no hubiera sido lo mismo sin ustedes quienes mes con mes estuvieron al
pendiente de la nueva parte de esta serie.
Ahora, ya solo falta hablar de dos puntos. Un par en donde
hay un tema que suele ser menospreciado, y al otro no se le da mucha
importancia o se exagera.
¿Estan listos para esta última parte de worldbuilding?
Esto es, el comercio.
Comercio
Comienzo fuerte con esta entrada final,
pero, ¿Qué quieren que haga? Este es un tema que si o si iba a incluir en la
lista. Y si, ya sé que muchos de los que escribimos no tenemos un conocimientos
vasto en cuanto a números y transacciones; pero lo que si sabemos son las
diferentes formas de cobrar un servicio u objeto. Las hemos visto a lo largo de
la historia de la humanidad y en libros de ficción, pero por cualquier cosa les
voy a nombrar algunos métodos que bien, pueden emplear dentro de su novela.
La primera sería el trueque. Años han pasado desde que esta
forma de pago se popularizo, y aun hoy en día existen personas que prefieren un
pago en especie a efectivo. Por supuesto, esto depende de lo que se esté
cobrando y cuanto se solicite. Por ejemplo, un campesino puede venderle un saco
de granos de trigo a un recolector de manzanas con este método. Tal vez lleguen
a un acuerdo y, cada cierto tiempo el campesino le entregue el saco a su amigo
por otro costal lleno de manzanas.
Como les dije, este método todavía se
usa en la actualidad e incluso se puede llevar a cabo para cobrar un servicio.
¿Qué les sugiero? Prueben escribiendo una escena en donde dos de sus personajes
hagan un trueque. Sí ven que funciona y les gusta el método de pago, ya tienen
ese punto cubierto.
Segunda forma de cobro: Fiar. Este método no es tan versátil
como el trueque, pero también puede ser útil dentro de la fantasía. Aquí, lo
que sus personajes tienen que hacer es acercarse a quienes tengan aquello que
necesitan y pedir el objeto en cuestión. ¿Cuál es la trampa en esto, se
preguntaran? Simple, el vendedor establece el tiempo y la forma de pago al
comprador. Esta forma de comercio no es muy bien vista hoy en día, porque en la
antigüedad los vendedores se aprovechaban de la necesidad de las personas para
aumentar los precios o acortar los plazos de pago; todo con el fin de generarle
una deuda a largo plazo a la persona en cuestión.
Por supuesto, esto no tiene por qué ser
así en su mundo, ¿O tal vez sí? Depende del tipo de historia que estén
escribiendo y los problemas de sus personajes, pero de que sería interesante leer
una novela con este sistema de pago, lo sería. Por lo menos yo la leería.
Por último, toca hablar sobre el regateo. ¿Y qué es esto? Negociar el
precio hasta que se llegue a un acuerdo. Este sistema de cobro es muy famoso en
ciertas zonas del mundo, y por lo que he leído existen personas que lo
prefieren a pagar un precio fijo por las cosas; esto porque les da la
oportunidad de hacerse con algo que quieren sin necesidad de estar soltando una
cantidad ridícula de dinero. Vamos, que he visto en acción este método con mis
propios ojos y, en la mayor parte de los casos los vendedores y compradores
llegan a un buen trato.
Para ver si este método te funciona,
les sugiero que realicen el mismo ejercicio de arriba. Prueben hasta que den
con el sistema de comercio que imperara en su mundo.
Relaciones interpersonales
Llegamos al último punto de mi lista y,
por lo que visto en algunas páginas, el patito feo del worldbuilding.
No sé por qué algunos escritores dan
por hecho que las relaciones interpersonales se limitan a los diálogos e
interacciones pasivas entre los personajes. ¿Qué me dicen de los recuerdos de
la infancia? ¿Los amigos o camaradas que hace tiempo no se ven? ¿Y qué hay con
los difuntos?
Todo eso y más dan vida a este punto,
sobre todo si buscamos que los lectores se sientan empáticos con nuestros
personajes. Que se pongan sus zapatos.
Los personajes no solo cambian y
maduran por los problemas que pueden llegar a tener, sino por los lazos que
crean y fortalecen en el trascurso de la trama, y si no me creen pregúntense,
¿Qué habría pasado con Frodo si Sam no hubiera ido con él a su viaje?
Que me dicen de Clary, ¿Habría luchado contra Valentine con las mismas fuerzas, si no
hubiera estado Jocelyn de por medio?
Piensen detenidamente sus respuestas, y
mientras lo hacen les dejo una pequeña lista sobre aquellos elementos que
pueden fortalecer en este punto.
-Relaciones familiares
-Camaradas de la infancia
-Ayuda de algún mayor o mentor
-Recuerdos (del pasado y de las
personas que ya murieron)
-Sueños lucidos
-Nuevos amigos
-Personajes con bando dudoso
-Relación héroe-villano (o antihéroe si
se da el caso)
Hasta aquí llega la entrada de esta
semana. Por supuesto, antes de despedir esta mega serie de worldbuilding les
dejo los enlaces a aquellas páginas y vídeos que me ayudaron en este, ahora objetivo
superado. Léanlas con lupa, verán que les serán de mucha ayuda.
Ahora sí, me despido. Si les gustó la
entrada, no se olviden de compartirla en las redes sociales de su preferencia o
recomiéndenla a algún compañero escritor que conozcan y que se encuentre en el
limbo del worldbuilding. ¿Ya leyeron otras entradas de la página y les encantaron?
Únanse al aquelarre y descubran que otros consejos de escritura fantástica les
tengo preparados (incluso pueden llegar a toparse con algún colado de terror y
ciencia ficción).
Bueno, ya me alargue un buen así que me
despido.
Tengan una linda tarde.
Nos leemos después.
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